Catatumbo: Un Clamor por la Justicia y la Paz
Las organizaciones sociales del Catatumbo han alzado su voz en contra de la explotación minero-energética y el conflicto armado que afectan su territorio. Durante décadas, la extracción de gas, carbón y petróleo no ha traído mejoras sustanciales a las comunidades locales, según afirman los líderes sociales de la región.
Asamblea Regional por la Paz en Cúcuta
El 24 y 25 de mayo, Cúcuta fue escenario de la primera asamblea regional organizada por la Unión Sindical Obrera (USO) en el marco de la III Asamblea Nacional por la Paz. Cerca de 250 personas, representantes de diversos movimientos sociales del noreste de Colombia, se reunieron en el Auditorio de la Asociación Sindical de Institutores Nortesantandereanos (ASINORT) después de haber participado en talleres preparatorios en Tibú y Ocaña.
El primer día, la mesa principal contextualizó los problemas del departamento, enfocándose especialmente en el Catatumbo. En la tarde, los asistentes se dividieron en cuatro grupos focales para discutir sobre verdad, memoria, derechos humanos y la política minero-energética. Arturo Rodríguez, secretario general del Polo Democrático de Norte de Santander, resaltó que la explotación de recursos naturales ha sido en detrimento de la vocación agrícola y campesina de la región.
Propuestas para un Futuro Mejor
Durante el segundo día, los grupos focales continuaron trabajando en propuestas concretas para enfrentar las problemáticas identificadas. Valentina Melo, de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO), subrayó la importancia de incluir proyectos de energías renovables con enfoque comunitario en los planes de desarrollo de la región. Destacó la necesidad de capacitación, dignidad laboral y el fortalecimiento de las economías populares.
En términos de derechos humanos y paz, la unidad fue el tema central de la discusión. Diversas asociaciones coincidieron en la importancia de una paz construida desde los intereses colectivos. Andrés García, defensor de derechos humanos del Catatumbo, abogó por la articulación de las comunidades en la planificación municipal, departamental y nacional para lograr transformaciones significativas hacia la paz total.
Historia de Lucha y Resistencia
El movimiento social del noreste colombiano, especialmente en el Catatumbo, ha sido uno de los más fuertes del país desde los años ochenta. La revolución nicaragüense inspiró a los sectores progresistas, llevando a movilizaciones masivas como el paro cívico de 1987, liderado por la Coordinadora Popular del Nororiente. Este movimiento exigía al gobierno desarrollo regional, derechos humanos, desmilitarización y defensa de los recursos naturales.
Sin embargo, la respuesta estatal y la violencia paramilitar, especialmente con la llegada del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 1999, desarticularon gran parte del movimiento social. La masacre de La Gabarra en agosto de 1999 marcó el inicio de una violenta disputa territorial, dejando miles de muertos, desplazados y desaparecidos.
La Lucha Continúa
A pesar de la violencia y las amenazas constantes, los líderes comunales del Catatumbo continúan luchando por sus derechos. La III Asamblea Nacional por la Paz es una plataforma crucial para que sus voces sean escuchadas. Según un informe de la Red Departamental de Defensores de Derechos Humanos, en 2023 se registraron 125 amenazas y ocho asesinatos de líderes sociales en Norte de Santander. Solo en Cúcuta, dos líderes fueron asesinados este mes.
Esperanza en Medio del Conflicto
El resurgimiento del movimiento social y popular busca ser un faro de esperanza en un contexto de conflicto armado y disputas medioambientales. Las juventudes, representando a diversas asociaciones, han expresado sus preocupaciones y soluciones en la asamblea regional. El siguiente paso será llevar estas propuestas a la gran Asamblea Nacional por la Paz en noviembre en Bogotá, donde se reunirán representantes de todas las regiones del país.
El anhelo de paz y justicia sigue vivo en el Catatumbo. Aunque el camino está plagado de desafíos, las comunidades están decididas a construir un futuro mejor, basado en la unidad, la verdad y la dignidad para todos.